Comenzó a caer una fina lluvia,no importaba,mas bien era de agradecer,continué andando por las callejuelas desiertas de Palma de Mallorca,eran las tres de la mañana de un día cualquiera entre lunes y sábado , apenas me cruce con un par de beodos que seguramente buscaban algún lugar donde terminar la noche.Este verano estaba siendo largo y muy caluroso,ya en el mes de mayo habíamos alcanzado temperaturas de mas de 30º, y ahora julio estaba siendo un mes terriblemente caluroso,especialmente donde nos estaba tocando trabajar.
Parc del Mar visto desde varios puntos.
La construcción del Parc del Mar en la capital de la isla se había iniciado hacia un par de años, y en 1983 yo había firmado una subcontrata con la empresa Huarte y CIA para realizar el pavimentado de este emblemático parque que se construía junto a la muralla que posaba a los pies de la catedral.
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Tres personas me acompañaron desde Valencia en la aventura,y ninguno llevábamos suficiente dinero para terminar el mes, que era cuando nos tocaba cobrar la primera facturación.A pesar que yo llevaba algo mas que el resto,después de haber invertido en herramientas para la realización de los trabajos,todos hicimos un fondo común para aguantar hasta donde pudiésemos..Nos alojamos en pensiones de mala muerte,en alguna de ellas(la primera donde fuimos a parar),la habitación era extremadamente pequeña y con dos camas de 80cm no disponía ni tan siquiera de una triste ventana,aún recuerdo el olor nauseabundo que despedían las zapatillas de trabajo de mi suegro (uno de los que me acompañó a la isla) y mías.El baño se hayaba en un largo corredor donde a ambos lados se alineaban las puertas del resto de habitaciones,todas ellas similares a la nuestra,con la excepción de que algunas si disponían al menos de una ventana.Si deseabas agua caliente para la ducha debías decírselo a la casera y pagar algo mas cara la estancia de esa noche,por cierto el pago de 500 pesetas se realizaba cada tarde antes de subir a los dormitorios,debido a la desconfianza que habia en los trabajadores que llegábamos de fuera a la isla. La mayoría de los días de aquel lluvioso y frió mes de marzo en el que habíamos llegado nos duchamos con agua fría.
A los quince días apenas si contábamos con dinero para pagar la pensión,Antonio (el padre mi esposa), y yo nos levantabamos a las cinco de la mañana para ir a la lonja, donde los pescadores que llegaban te llenaban una bolsa de sardinas ,las que excedían del calibre admitido para su venta ,pero lo mejor es que no te cobraban ni un duro.Una plancha de encofrar que habíamos limpiado expresamente,sobre un pequeño fuego realizado con recortes de madera, nos servía para nuestras sardinas a la plancha diarias de los últimos quince días del mes.
En una ocasión los dos muchachos que nos acompañaban,un par de años mas jóvenes que yo y que hacia poco habían acabado de realizar la "mili",regresaron de comprar el pan,venían riendo,el "Batu" había cogido un barra de mortadela y un bote de judías ya cocinadas sin que el dueño del establecimiento se hubiese dado cuenta,en realidad la mortadela resulto ser una barra de comida para gatos.¡Que coño, si era buena para el gato!,la verdad es que no recuerdo muy bien el sabor de aquel bocadillo.
Otra vez fue una gaviota la que intentó robarnos la comida a nosotros,nos liamos a pedradas con ella,para nuestra sorpresa ,cuando desde el puente que hacia poco habíamos terminado sobre el lago artificial,y que se encontraba sobre la zona de trabajo donde nos hallábamos ahora, los viandantes que lo cruzaban comenzaron a gritarnos palabras como"asesinos" y no se cuantas burradas mas.¡La madre que los parió!,si hubiesen sabido que de llevarse aquel dichoso ave la comida ese día nuestros estómagos habrían cantado la "Traviata"
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Ahora habían pasado unos meses y muchas anécdotas,,ya no eramos solo cuatro,el grupo se había incrementado y en la "colla"eramos dieciséis personas,yo había contratado la terminacion completa de la obra y pagado algunas deudas que tenia antes de llegar a la isla, además disponía siempre de un dinero en el Hispano Americano para que la gente que iba llegando contratada, y que en su mayoría lo hacían como nosotros lo habíamos hecho,sin un duro debido a la crisis que azotaba el país, no pasasen las mismas fatigas mientras llegaba la hora de cobro.
Ya no dormíamos en pensiones cutres (aunque tampoco eran de lujo) y comíamos en un restaurante ,el "Pope",donde la comida estaba bastante bien de precio y calidad.Con todo, aquella noche la melancolía no me dejaba dormir,echaba mucho de menos a mi mujer y a mis hijas de tres añitos la mayor y uno la pequeña, A pesar de que viajaba a Valencia cada vez que podía,el regreso a la isla me resultaba cada vez mas costoso y desagradable.La obra acabaría en octubre y no me aventuraba a tomar una vivienda estable y cambiar de domicilio,tal vez luego no consiguiese ningún otro trabajo y habría sido un dinero mal gastado.Me levante de mi cama en aquel hostal y salí a la calle,comencé a andar por las callejuelas de la parte mas antigua de Palma,entre el Paseo del Borne y la Plaza Atarazanas. En otras zonas de la isla las discotecas y las calles se hallaban a rebosar de "Giris", no era así en esta parte, salvo cuando llegaban los soldados de la "Sexta Flota" a abastecerse de enseres, Con sus submarinos atómicos,portaaviones y destructores,lo cual venían a ser unos cerca doce mil "yankis" pateando la isla. El "barrio chino" estaba prohibido para ellos debido a una muerte que había tenido lugar hacia ya algún tiempo,por esta causa las mujeres de alquiler venían hacia la zona en que nos encontrábamos y las pensiones sacaban un buen dinero dedicando las habitaciones libres "sube y baja" ( a mas tardar en media hora la cama volvía a estar libre y con las sabanas recién cambiadas). Continué andando sin un rumbo fijo y comenzó a caer aquella fina lluvia , una balada vino a mi mente,una balada que nos gustaba mucho a mi esposa y a mi, seguí andando al tiempo que la cantaba en voz baja,mejor dicho "la cantaba en un idioma desconocido" y en voz baja, los idiomas y yo no nos llevamos muy bien.
P:D: Muchos años después sigo sin ser un empresario rico y utilizando las herramientas siempre que hay trabajo.Tal vez no pagar comisiones sea una de las causas.
La construcción del Parc del Mar en la capital de la isla se había iniciado hacia un par de años, y en 1983 yo había firmado una subcontrata con la empresa Huarte y CIA para realizar el pavimentado de este emblemático parque que se construía junto a la muralla que posaba a los pies de la catedral.
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Tres personas me acompañaron desde Valencia en la aventura,y ninguno llevábamos suficiente dinero para terminar el mes, que era cuando nos tocaba cobrar la primera facturación.A pesar que yo llevaba algo mas que el resto,después de haber invertido en herramientas para la realización de los trabajos,todos hicimos un fondo común para aguantar hasta donde pudiésemos..Nos alojamos en pensiones de mala muerte,en alguna de ellas(la primera donde fuimos a parar),la habitación era extremadamente pequeña y con dos camas de 80cm no disponía ni tan siquiera de una triste ventana,aún recuerdo el olor nauseabundo que despedían las zapatillas de trabajo de mi suegro (uno de los que me acompañó a la isla) y mías.El baño se hayaba en un largo corredor donde a ambos lados se alineaban las puertas del resto de habitaciones,todas ellas similares a la nuestra,con la excepción de que algunas si disponían al menos de una ventana.Si deseabas agua caliente para la ducha debías decírselo a la casera y pagar algo mas cara la estancia de esa noche,por cierto el pago de 500 pesetas se realizaba cada tarde antes de subir a los dormitorios,debido a la desconfianza que habia en los trabajadores que llegábamos de fuera a la isla. La mayoría de los días de aquel lluvioso y frió mes de marzo en el que habíamos llegado nos duchamos con agua fría.
A los quince días apenas si contábamos con dinero para pagar la pensión,Antonio (el padre mi esposa), y yo nos levantabamos a las cinco de la mañana para ir a la lonja, donde los pescadores que llegaban te llenaban una bolsa de sardinas ,las que excedían del calibre admitido para su venta ,pero lo mejor es que no te cobraban ni un duro.Una plancha de encofrar que habíamos limpiado expresamente,sobre un pequeño fuego realizado con recortes de madera, nos servía para nuestras sardinas a la plancha diarias de los últimos quince días del mes.
En una ocasión los dos muchachos que nos acompañaban,un par de años mas jóvenes que yo y que hacia poco habían acabado de realizar la "mili",regresaron de comprar el pan,venían riendo,el "Batu" había cogido un barra de mortadela y un bote de judías ya cocinadas sin que el dueño del establecimiento se hubiese dado cuenta,en realidad la mortadela resulto ser una barra de comida para gatos.¡Que coño, si era buena para el gato!,la verdad es que no recuerdo muy bien el sabor de aquel bocadillo.
Otra vez fue una gaviota la que intentó robarnos la comida a nosotros,nos liamos a pedradas con ella,para nuestra sorpresa ,cuando desde el puente que hacia poco habíamos terminado sobre el lago artificial,y que se encontraba sobre la zona de trabajo donde nos hallábamos ahora, los viandantes que lo cruzaban comenzaron a gritarnos palabras como"asesinos" y no se cuantas burradas mas.¡La madre que los parió!,si hubiesen sabido que de llevarse aquel dichoso ave la comida ese día nuestros estómagos habrían cantado la "Traviata"
Ahora habían pasado unos meses y muchas anécdotas,,ya no eramos solo cuatro,el grupo se había incrementado y en la "colla"eramos dieciséis personas,yo había contratado la terminacion completa de la obra y pagado algunas deudas que tenia antes de llegar a la isla, además disponía siempre de un dinero en el Hispano Americano para que la gente que iba llegando contratada, y que en su mayoría lo hacían como nosotros lo habíamos hecho,sin un duro debido a la crisis que azotaba el país, no pasasen las mismas fatigas mientras llegaba la hora de cobro.
Ya no dormíamos en pensiones cutres (aunque tampoco eran de lujo) y comíamos en un restaurante ,el "Pope",donde la comida estaba bastante bien de precio y calidad.Con todo, aquella noche la melancolía no me dejaba dormir,echaba mucho de menos a mi mujer y a mis hijas de tres añitos la mayor y uno la pequeña, A pesar de que viajaba a Valencia cada vez que podía,el regreso a la isla me resultaba cada vez mas costoso y desagradable.La obra acabaría en octubre y no me aventuraba a tomar una vivienda estable y cambiar de domicilio,tal vez luego no consiguiese ningún otro trabajo y habría sido un dinero mal gastado.Me levante de mi cama en aquel hostal y salí a la calle,comencé a andar por las callejuelas de la parte mas antigua de Palma,entre el Paseo del Borne y la Plaza Atarazanas. En otras zonas de la isla las discotecas y las calles se hallaban a rebosar de "Giris", no era así en esta parte, salvo cuando llegaban los soldados de la "Sexta Flota" a abastecerse de enseres, Con sus submarinos atómicos,portaaviones y destructores,lo cual venían a ser unos cerca doce mil "yankis" pateando la isla. El "barrio chino" estaba prohibido para ellos debido a una muerte que había tenido lugar hacia ya algún tiempo,por esta causa las mujeres de alquiler venían hacia la zona en que nos encontrábamos y las pensiones sacaban un buen dinero dedicando las habitaciones libres "sube y baja" ( a mas tardar en media hora la cama volvía a estar libre y con las sabanas recién cambiadas). Continué andando sin un rumbo fijo y comenzó a caer aquella fina lluvia , una balada vino a mi mente,una balada que nos gustaba mucho a mi esposa y a mi, seguí andando al tiempo que la cantaba en voz baja,mejor dicho "la cantaba en un idioma desconocido" y en voz baja, los idiomas y yo no nos llevamos muy bien.
P:D: Muchos años después sigo sin ser un empresario rico y utilizando las herramientas siempre que hay trabajo.Tal vez no pagar comisiones sea una de las causas.
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